
Llegar hasta él supone un largo viaje a una de las islas más alejadas de las Canarias, El Hierro (de origen volcánico situada en medio del océano Atlántico).

Gran parte del decorado de este hotel proviene del desguace de buques o restos de naufragios contabilizados en esta oficina: ojos de buey, brújulas, fanales, cartas marinas, portulanos y un traje de buzo actualmente expuesto en el comedor.
Cada una de sus cuatro habitaciones es única y no hay teléfonos ni televisores ni minibares.
El descanso y el contacto con la naturaleza será la prioridad para todos sus visitantes.
El encanto de este hotel está en la oportunidad que te brinda de poder experimentar la sensación de estar durmiendo entre las olas...
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