Es la estación de tren más alta de Europa y está ubicada en Suiza a 3.454 metros de altura.
Estos rieles han desafiado las leyes de la naturaleza permitiendo alcanzar sin ningún esfuerzo físico la cima de Jungfrau.
Desde el encantador pueblo alpino de Grindelwald se sube a este pequeño tren. En dos horas de alucinante ascensión, se puede contemplar esta maravilla de la naturaleza.
La estación se encuentra rodeada de unos paisajes maravillosos hechos de hielo y además, una vez allí, se pueden hacer varias actividades que son características de este tipo de paisajes como son los recorridos en trineos, hacer senderismo por glaciares y hasta hacer un poco de esquí. Las vistas desde la estación son impresionantes, se puede llegar a divisar.El Bosque Negro de Alemania e incluso los Alpes italianos en días despejados.
Una expriencia fascinante que permite descubrir uno de los paisajes más majestuoso de Europa.
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