miércoles, 6 de abril de 2011

Hua-Shan, la montaña sagrada


Hua-Shan es el nombre de una de las cinco montañas sagradas de China.


Uno de sus senderos para ascender a los templos taoístas de su cumbre, es considerado como el más peligroso del mundo. Este tramo visitado por muchos turistas se encuentra ubicado cerca del Monte Hua, en la provincia de Shaanxi, China, próximo a la cordillera del Himalaya, Tíbet.
En la ruta podemos encontrar paredes casi verticales, donde hay que trepar agarrándose a oxidadas cadenas y viejos escalones.

La "Garganta de los cien escalones" es el más sorprendente, ascendiendo por una pendiente de 90º. El único paso para cruzar hasta otros puntos más elevados de la ruta son pequeñas pasarelas incrustadas en la roca y unos tablones temblorosos. En invierno, la nieve y el hielo todavía dificulta más la ascensión, convirtiéndola en algunas épocas del año en algo imposible de realizar.

El sendero y los templos fueron construidos durante muchas décadas por los monjes taoístas, fueron muchos los que dejaron sus vidas en su construcción, aunque para ellos, morir en este lugar fue todo un honor. Simplemente hay que ver lo complicado que es ascender a pie (una idea de la dificultad de la ascensión la muestra el hecho de que durante la Revolución Cultural, los Guardias Rojos que intentaron destruir todos los templos taoístas sólo consiguieran derrumbar los situados en la parte inferior), para imaginar el gran esfuerzo que les supondría por aquel entonces subir todos los materiales empleados para la construcción de los templos como maderas, grandes bloques de roca, etc.
 
Una escalera hacia el cielo

Una auténtica escalera que partiendo del mundo permite identificarse con la vía celeste (T’ien-tao) y rozar el espíritu del Tao.
 
Desde tiempos inmemoriales el monte sólo ha tenido un sendero único, pero es tan escarpado y estrecho que la sensación de peligro es permanente. Hay cadenas para ascender por los escalones (unos diez mil) esculpidos en la roca, pero en algunas zonas del recorrido es preciso sujetarse con las dos manos para evitar el vértigo y el pánico, ya que buena parte del sendero atraviesa precipicios a ambos lados como el del Dragón Negro (canglongling), esculpido en una empinada pared de roca que tiene tan sólo 80 centímetros de anchura.



"Cerca de la cumbre del Monte Hua-Shan, me encontré con una inscripción en una roca que decía: ‘Todo aquel que sobrepase este punto se convertirá en medio inmortal’. Seguí subiendo penosamente. Sin embargo, dudo de si volveré a tener la fuerza o la valentía de ascender de nuevo el Monte Hua-Shan para ver si puedo inmortalizar mi otra mitad". Eso es lo que describió el escritor Foster Stockwell cuando realizó la ascensión al monte Hua-Shan en 1983.




Es un misterio cómo construyeron los antiguos taoístas este sendero.

Sin duda, es un paseo sorprendente e impactante, tanto por el peligro que conlleva como por la belleza del lugar. Es uno de esos lugares únicos en el mundo que se deberían visitar por lo menos una vez en la vida. En la imagen de la izquierda se muestra el tipo de camino que hay que atravesar, ¿os atreveríais?

1 comentario:

  1. hay Dios mio ! realmente me quede con la boca abierta.... y la verdad si se me presentara la oportunidad si lo intentaria... aunque posiblemente llegue a tener 5% de inmortalidad jajajajajaja

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